No hay libertad sin culpa, ni éxito sin dolor. Es algo que vamos aprendiendo a lo largo de nuestra vida, y que se hace patente con cada decisión que tomamos, con cada momento crucial en el que elegimos un camino u otro. Las decisiones, por supuesto, son para bien y nos llevan a lugares donde queremos estar, o nos sacan de aquellos donde no nos gusta quedarnos. Pero a veces, el resultado de todo eso puede ser imprevisible, porque nadie sabe a ciencia cierta cómo será el futuro. Las consecuencias que acarrean nuestras decisiones nos llevan a hacer más elecciones, y todo ello  en un entorno que puede no ser el más adecuado. En las últimas décadas, la libertad sexual se está ampliando de manera evidente, gracias a la fuerza de los colectivos por los derechos de igualdad y contra la discriminación. Hoy por hoy es mucho más seguro ser homosexual que hace treinta años, al menos en nuestro país.

Disfrutar en la cama es algo que nos gusta a todos, y no hablamos solo de dormir, aunque también… Además de aportarnos múltiples beneficios para la salud, el sexo es una de las mejores experiencias que un ser humano puede disfrutar, sobre todo si la otra persona también se esfuerza y se entrega igual que nosotros. Pero en el sexo no hay nada escrito, y como hay gustos para todos los colores, al final cada cual tiene su propia forma de disfrutar, su manera de entregarse a la pasión y gozar de verdad de cada instante carnal.

Eso sí, el sexo no va solo de penetración o de utilizar nuestros genitales para provocar placer y recibirlo. Es también algo muy visual, muy intenso, en el que todos los sentidos entran en juego. También el oído, gracias a los sonidos y gemidos que nuestra pareja hace. Estos sonidos pueden ponernos ya de por sí más cachondos, pero si además le sumamos algunas frases morbosas y calientes, la excitación se puede multiplicar por cien. Es normal que, estando en la cama con nuestro chico, empecemos a decirle algunas cosas subidas de tono que no hacen más que aumentar el placer del encuentro.

Aunque sobre gustos no hay nada escrito, es cierto que para una buena parte de los chicos gays jóvenes, los maduritos son los amantes más interesantes. Los preferimos sobre los chicos de nuestra edad, más jóvenes, porque tienen algo que nos llama mucho la atención. Será la experiencia o su propio aspecto, el haber vivido más o el hecho de que tengan más madurez, que es algo que muchos también buscamos. Desde luego, no todos, pero si una buena mayoría prefieren a los hombres maduros.

Y es que ellos también tienen mejor estilo y son capaces de llevar mucho mejor las relaciones, con más tranquilidad y con un mejor tacto. Si eres de los que se fija en George Clooney en sus películas más que en el típico jovencito guapete, si prefieres mirar a ese cantante que ya tiene unos añitos antes que al típico jovencito imberbe que acaba de salir del cascarón, sigue leyendo este artículo porque seguramente todo lo que vamos a comentar te interese y es muy probable que te sientas muy identificado.